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PEÑALUBUMBAS

PROXIMASCITAS

 

Bienvenida y recepción al Hombre de las Narices

 

 

 

Los primeros pasos

 
La primera época de nuestra historia comprende desde la fundación hasta la conclusión de las fiestas de 1977. Estos tres años significan la consolidación de las bases de la peña, la unión fraternal entre sus componentes y su primera prueba de fuego a raíz de los enfrentamientos con la dirección de Sendero Club. Esto último se saldará positivamente con la toma de conciencia de la propia identidad. Pero este periodo también es el de los primeros conflictos entre diferentes sensibilidades políticas y sociales de los peñistas, algo que se arrastrará durante toda esta década.
 
Tal y como recuerda uno de los veteranos fundadores: “1974 y 1975 fueron los años en que se consolidó la idea de grupo entre todos los componentes que habíamos fundado la Peña. Se fue creando mediante la convivencia de esos años y a partir de la confluencia de los diferentes caracteres y pensamientos. Nos convertimos en una asociación de gran fortaleza social dentro de Arnedo ya que precisamente esa diversidad de componentes nos permitía controlar la variedad de ambientes juveniles de la época.”

 
Las fechas anteriores a las fiestas de 1975 ven producirse los enfrentamientos con la Junta Directiva de la Asociación Sendero Club. Ya hemos hablado antes del papel que jugó Sendero en los primeros pasos de la Peña y de cómo la gran mayoría de peñistas eran socios de aquella. En este momento, la directiva de Sendero exige que para seguir subvencionando a la Peña debe adoptar esta el nombre de la Asociación, en un claro gesto de su recurrente tendencia a querer monopolizar todas las iniciativas de la juventud arnedana. Naturalmente, el rechazo fue tajante. Pero eso obligaba a la Peña a buscarse la vida ante la proximidad de las fiestas y la carencia de fondos para hacer frente a los gastos. Este es uno de los momentos más importantes de la historia de Lubumbas y seguramente la clave de su gran fortaleza a partir de entonces. La Peña se encontraba sola, en la calle, sin padrinos y vulgarmente “en bolas”. Pero conseguía uno de sus bienes más preciados: la independencia. La delicada situación obligaba a uno campaña de búsqueda de nuevos socios que resultó totalmente positiva al triplicarse el número de componentes.
 
El crecimiento de Lubumbas abre una brecha importante, tal vez la primera, en la hegemonía que ejercía Sendero Club sobre la juventud arnedana. El hecho es significativo y trascendental si tenemos en cuenta que la Asociación Sendero Club, al nacer en los años sesenta, arrastraba consigo un concepto del encuadramiento de la juventud derivado seguramente de la mentalidad “orgánica” del Movimiento. La independencia de Lubumbas abrió paso a la aparición de otras organizaciones juveniles inmediatamente después. La respuesta de la Directiva de Sendero Club no pudo ser otra que la fundación de otra peña, la Peña Sendero, para las fiestas de 1976; y a tal efecto no dudará en gastarse muchísimo más dinero que lo que antes dedicaba a Lubumbas. Los enfrentamientos verbales con la directiva de Sendero siguieron durante estos años en los que se afianzaba la permanente presencia pública de Lubumbas. No obstante interesa dejar claro que las relaciones con la Peña Sendero fueron muy buenas y los componentes de ambas se guardaron siempre mutuo respeto.
 

Del enorme empuje que estaba adquiriendo la juventud arnedana en estos años da muestra la consecución de una demanda que suscriben las peñas de entonces, Tao y Lubumbas. Se exige a las autoridades que sea fiesta también el día 2 de Octubre de 1975. Las Fiestas Patronales de Arnedo terminaban el último día de Septiembre, pero desde hacía años se había aprovechado la festividad nacional del día 1 de Octubre (día del caudillo) para ampliarlas. “Arnedo quiere fiestas y encierro el día 2”, rezaba la pancarta que se paseó por todo el recorrido del encierro y la plaza de toros.

 

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