Una Peña cultural y reivindicativa: 1978-1980
A comienzos de este año 1978 hay un hecho importante no solamente para Lubumbas sino también para las demás peñas y que revela la creciente importancia que están teniendo en el seno de la juventud y de la ciudad. Nos referimos ala negativa del ayuntamiento a organizar las Fiestas de San José . Lo cual es para algunos una prueba más del carácter forzado que tuvo su fundación dos años antes. Ante esta papeleta las peñas se deciden a soportar la organización de los festejos (encierros y becerradas), para lo que se pide dinero incluso a la ciudadanía (“botes” de recaudación en las puertas de las fábricas de calzado). El Ayuntamiento tan solo accedió a encargarse de los trámites y papeleos necesarios.
Ya desde últimos de 1977, la nueva dirección de Lubumbas se planteaba la organización de diversos actos que ampliasen la dimensión cultural de la Peña y que abarcaran todo el año. Entre esas ideas podemos resaltar el interés por recuperar tradiciones antiguas prácticamente desaparecidas como la Verbena de San Juan, que no se celebraba en Arnedo desde hacía más de quince años. Esta iniciativa no estuve exenta de polémicas y de algún incidente “curioso”. La Peña Lubumbas organizó San Juan de 1978 de forma tradicional: en la plaza del pueblo, con verbena amenizada por una orquestina, con puestos de venta de churros, tómbolas, chocolate, octavillas de propaganda, sorteo de cochinillos y la actuación de un fakir y un ventrílocuo (FranJa).
Aquella fiesta pasará a la historia no solamente por la gran respuesta del público ni por ser la primera vez en muchos años, sino también porque allí se coloco por iniciativa de la propia Peña y por vez primera en Arnedo la bandera de La Rioja. El supuesto carácter político del hecho provocó algunos problemas con ciertos sectores de la ciudad y de la propia Peña. Sospechamos que esta cuestión pudo ser la causa de la escasa o nula colaboración del Ayuntamiento (no prestó ni tan siquiera el equipo de megafonía) y del apagón provocado por causas desconocidas y que obligó a los vecinos a sacar lámparas por sus balcones y ventanas para iluminar la plaza. Aun así, el éxito de esta celebración animará a su repetición el año siguiente.
El verano de 1978 Lubumbas continuó con la celebración de conciertos combinando la música tradicional y la reivindicativa. En la Plaza de Toros actuaron de nuevo La Bullonera, el chileno Quintín Cabrera y la joven promesa arnedana de la canción protesta Fernando Montiel, además de un Festival de Jotas Aragonesas. También por estas fechas se creará el primer equipo de fútbol Lubumbas.
Y en las fiestas vuelve a encenderse la polémica con las autoridades y con algunos peñistas por el tema de la bandera de La Rioja. No olvidemos que aún no se había concluido el proceso de transición democrática ni mucho menos, pues todavía no se había proclamado la Constitución (Diciembre de 1978) y persistían las estructuras políticas del régimen anterior. La Peña Lubumbas que había tenido desde su nacimiento un neto carácter asambleario, veía reproducirse en su seno todas las discusiones y enfrentamientos partidistas que se estaban dando en la sociedad arnedana de aquellos años. En aquel momento había un sector importante que defendía el carácter reivindicativo de la Peña en cuestiones como las libertades, la democracia, el Estatuto de Autonomía; y, por otro lado, quienes pretendían apartar a la Peña de todos esos asuntos, partidarios de un sentido “apolítico” que en definitiva tendía a reducir el marco de actuación de la Peña a lo meramente festivo. También hay que recordar que en aquel momento existía un importante sector de jóvenes con tendencias políticas de la izquierda rupturista y que llegaría a tener una nada despreciable representación en las primeras elecciones municipales que habrían de celebrarse el año 1979. Nadie se extrañará de que en esas circunstancias la bandera de La Rioja (todavía ilegal) apareciera en la Plaza de Toros durante “las vaquillas” y se escucharan voces en el sentido de “no politizar las fiestas”. En cualquier caso, Lubumbas hizo aparecer los colores de la bandera en la primera pegatina que se imprimió para esas fiestas y que en la actualidad se guarda como una reliquia.
1979 va a ser el año del gran crecimiento de la Peña, que llega a tener 600 socios en un ambiente de auténtica “euforia peñista”. Son ya cuatro las peñas, pues La Chispa comienza a despegar tras su fundación el año anterior.
1979 es también el Año Internacional del Niño, motivo por el cual se crea la sección infantil: Lubumbitas. Los más jóvenes peñistas organizan ese mismo verano varios actos: el recital del grupo Arco Iris en la Puerta Munillo, juegos infantiles en la Plaza de Toros y un concurso de baile en la Sala Micheleta.